Últimamente estamos acostumbrados
a ver muchos golpes de estado, sobre todo, en países africanos y árabes. Sin
embargo, Bolivia es el país que más presidentes ha tenido a lo largo de la
historia. Algunos de ellos, ni siquiera duraron cinco días en el poder. El
primero de ellos fue Simón Bolívar, que duró 5 meses (6 de agosto de 1825 – 29 de
diciembre de 1825). En 1841, hubo hasta 4 presidentes -Sebastián Ágreda, Mariano
Enrique Calvo Cuellar, José Ballivián y Segurola y Eusebio Guilarte Vera- y uno
de ellos tan sólo duró tres días. Por tanto, respecto a golpes de estado,
Bolivia es el país más conflictivo, o lo era.
Hoy, parece que con Evo Morales,
además de hacer que Bolivia suene más en los medios de comunicación europeos -por
los motivos que sean, buenos o malos- ha conseguido mantenerse en el poder
desde el 2006, siendo reelegido en 2010. Lo cual es sorprendente, ya que es el
primer presidente nativo de la historia boliviana y, a la vez, el que más
tiempo lleva presidiendo el país andino. Además, Morales es el tercer mandatario boliviano en la historia de
la República elegido por mayoría absoluta -el primero fue Hernán Siles Zuazo en
1956 y el segundo fue Víctor Paz Estenssoro en 1960- con el 54% de los votos.
Estos dos hechos -los golpes de
estado y Morales- marcan la historia de Bolivia en el sentido de que contienen
una serie interminable de sacrificios, renunciamientos y sublevaciones que
revelan, nítidamente, el predominio y la pujanza de la sangre kolla, aymara,
quechua, tupi-guaraní y chapaca en el conjunto de la población, que jamás quiso
resignarse a la injusta dominación ibérica o extranjera, iniciada por la fuerza
de las armas y continuada después por el rigor de la violencia y la crueldad.
A pesar de la estabilidad que
existe hoy en Bolivia, Evo Morales derrotó (ANDINA, 02.07.2012) tres golpes de
estado en los primeros cuatro años. Además, el presidente aymara, anunció que
detrás de la huelga policial había un plan de la derecha boliviana para acabar
con su gobierno. Puede que algún día podamos ver otro nuevo golpe de estado en
Bolivia, concretamente el número 86, sin embargo, hoy en día parece que la
situación se ha normalizado, ya se sabe, después de la tormenta siempre llega
la calma, aunque también puede pasar lo contrario.