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martes, 9 de junio de 2015

LA EVOLUCIÓN SOCIAL MEDIA

Las redes sociales se han convertido en una parte más de la vida diaria de millones de personas pero su crecimiento y evolución ha estado presente en trabajos desde finales de los años setenta.

Desde los primitivos newsgroups y la introducción de los primeros chat rooms, las redes sociales han cambiado la forma de comunicarnos, compartir información y conectar a la sociedad global.

Según una infografía publicada por Simplify360, la era dorada de las redes sociales empezó en 2001. En esta época ya existían varios aplicaciones de chats, incluyendo ICQ y uno de las primeras plataformas blog, Livejournal.

Sin embargo, en este año, el boom del social media empezó con la primera enciclopedia de externalización abierta de tareas, Wikipedia. Posteriormente aparecieron en el ciberespacio redes sociales como Hi5 o MySpace.

En 2005 se creó Youtube y al año siguiente Facebook y Twitter.

La infografía incluye aplicaciones como WhatsApp y Snapchat que son muy importantes en el impacto del uso de smartphones alrededor del mundo; sin embargo, hay aplicaciones que, pese al gran aporte de Simplify360, no aparecen. Es el caso de Yik Yak, Whisper, Tsu y Ello.

A continuación podréis observar el timeline del pasado y presente de las redes sociales:

jueves, 30 de abril de 2015

¿QUÉ HARÍAS SI GANAS MEDIO MILLÓN DE DÓLARES JUGANDO AL PÓKER?





¿Quién no lloraría de felicidad, saltaría, pondría caras extravagantes y besaría en los morros a quien tuviese al lado al saber que al día siguiente tendría unos cuantos ceros de más en su cuenta bancaria?

La respuesta es Matt Affleck...
...pero empecemos por el principio.

Para un jugador profesional de póker ganar 500.000 dólares en una partida es mucho dinero si ello significa que te has llevado el trofeo de campeón a casa, pero si quedas el decimoquinto y, sobre todo, te quedas fuera del November Nine de las World Series of Poker (WSOP), la cosa cambia.

Ese fue el caso del norteamericano Matt Affleck quien en 2010 perdió una mano ante el canadiense Jonathan Duhamel y le sirvió para caer eliminado del Main Event del torneo más prestigioso del mundo, eso sí, embolsándose medio kilo.

De eso han pasado cinco años pero hasta ahora no había salido a la luz su reacción. El periodista inglés Howard Swains ha sido el encargado de hacerla pública al escribir 'la mejor historia que ha habido nunca en el blog de PokerStars', según críticos.

¿La reacción? Vayamos por partes.

En la mesa de la final del Main Event de las WSOP 2010 quedaban sólo 15 jugadores. Affleck y Duhamel se enfrentaban en un bote heads up que, quien lograra ganarlo, tendría un pie y medio en el November Nine.

El norteamericano partió con pareja de ases mientras que el canadiense hizo lo propio pero con jotas y, tras el flop y el turn, la suerte estaba claramente del lado de Affleck. Sin embargo, contra pronóstico estadístico, Duhamel dio la vuelta a la partida y se hizo con ella. El norteamericano estaba fuera.

Y aquí comenzó el show.

Matt Affleck se levantó, dio la mano a todos sus rivales con deportividad y se marchó. Sin saber porqué, Swains fue tras él. El estadounidense lloró desolado, caminó sin rumbo y, sin articular palabra, aceptó las felicitaciones de los aficionados por hacerse con el suculento premio, pero para él no había consuelo.

El periodista inglés cuenta que al abandonar la sala fue tras Affleck hasta las cercanías de las Pallazzo Towers, donde se disputaría el prestigioso November Nine. "El jugador las miró hipnotizado durante un buen rato como imaginándose estar ahí en un futuro que no llegaría", declaró Swains.

Al cabo de una hora, el norteamericano recogió su premio y se marchó a casa sabiendo que su ilusión se había esfumado. Tenía 500.000$, pero su sueño se había truncado.


Aquí puedes ver el vídeo:



jueves, 10 de julio de 2014

HABLANDO DEL TOUR...



Hablemos de ciclismo, ¿no? Pocos deportes como este son tan duros. Pocos deportes ofrecen unos perfiles humanos tan ricos de expresión como el ciclismo. Pocos deportes, puestos a hablar de todo, albergan tantos competidores impregnados por el famoso dopaje. La carrera en la que se desarrolla la competición es, para el espectador perspicaz que sigue la ruta de cerca, casi como un escenario teatral en el que la satisfacción y la desilusión de vencerlo, se suceden y se mezclan sin cesar.

Sí, el ciclismo es un deporte muy extremo. Pero, para enfrentarse a sus dificultades, no basta con tener el corazón y las piernas de acero; el ciclista debe contar con estar más entrenado que en cualquier otra disciplina del deporte general (aquí no se engloba el triatlón, por ejemplo). ¡Cuánto ánimo y voluntad hay que tener! No es extraño que aquel que está a punto de cruzar la línea de meta sufra un pinchazo y sea rebasado por su perseguidor; ni que el primero en una clasificación general se vea envuelto en una caída y deba abandonar lesionado; ni que quien corona en primera posición un puerto caiga en el peligroso descenso; ni que a quien se encuentra con fuerzas para escapar se le ordene frenar para ayudar en la caza del pelotón a su jefe de equipo. No, en este deporte es, sobre todo antiguamente, algo habitual.

Los orígenes del ciclismo están ligados al medio de transporte de la bicicleta en sí. El velocípedo de Michaud, de mediados del siglo XIX, con pedales y freno trasero, da lugar a las que serán las primeras competiciones y sociedades de ciclistas, que aumentan a medida que el velocípedo se perfecciona. Con todo ello, nace en 1881 el primer organismo oficial rector del ciclismo, la Unión Velocipédica de Francia, cómo no, país donde puede decirse que surge este deporte como lo conocemos hoy en día. Sin embargo, es Dunlop quien da un paso de gigante en la historia de la bici y del ciclismo con la creación de los primeros neumáticos en 1887 que, pese al escepticismo inicial, pronto fueron aceptados como mucho más certeros que la rueda maciza, lógicamente.

En Francia comienzan a hacerse tradicionales las carreras entre ciudades, que luego serían conocidas como ‘clásicas’. París-Roubaix, Burdeos-París, Italia… Deporte muy francés y belga en el que, curiosamente, los ingleses eran los profesionales dominadores. Pero sí que es verdad que antes de la carretera, el ciclismo se dio en los circuitos. Las pistas cubiertas y las avenidas de los parques parisinos y de otras ciudades, como Londres, fueron los primeros escenarios de las competiciones antes de que se abriera, con la carrera de París-Ruán de 1869, la era del ciclismo en ruta. Es éste último el más popular y seguido a nivel mundial aunque las pruebas en pista, además de seguir en plena vigencia en la actualidad, continúan aportando espectacularidad ya que los velódromos permiten lo que no se permite en carretera: la plena confianza de no encontrarse ningún tipo de obstáculo y la propia superficie que confiere una mayor adherencia de los neumáticos y una notable velocidad punta. Pero hablemos del Tour.

El Tour de Francia es cada año la competición ciclista más importante del mundo y el objetivo soñado de cualquier corredor, desde los principiantes a los consagrados. Su primera edición tuvo lugar en 1903, por iniciativa de Henri Desgrange, y contó con el total de 2.397 kilómetros divididos en 6 etapas. Desde entonces, la carrera se ha prolongado considerablemente hasta llegar a los, dependiendo del año, 4.000 kilómetros y 21 etapas aproximadamente. Cada año es diferente y, por tanto, se cambian las rutas. El recorrido, eso sí, tiene sus zonas tradicionales: los temibles ‘pavés du nord’, las etapas llanas y rápidas de Bretaña y Normandía y las míticas de ‘Aubisque’ y ‘Tourmalet’ en los Pirineos y ‘Galibier’ e ‘Izoard’ de los Alpes.

Los mejores equipos del mundo se dan cita en Le Tour. Al principio éstos se presentaban en forma de selecciones nacionales, pero, como es lógico, más tarde se demostró la mayor eficacia de los equipos comerciales y sus grandes contratos económicos. Tema, junto al dopaje, del que debiera caber otro artículo. En este campeonato, como es bien sabido, al primer corredor de la clasificación general viste el maillot amarillo, y así se suceden los jersey correspondientes al líder de montaña o de regularidad, entre otros premios secundarios.

Respecto a protagonistas, Maurice Garin fue el primer vencedor en la época en que las bicicletas pesaban diez veces más que en la actualidad y no existían ayudas de ningún tipo. En 1907 y 1908 gana el Tour Petit-Breton uno de los iconos del ciclismo francés. Pero hubo muchas figuras importantes como Thys, Bottechia, Frantz, Antonin Magne, Induráin, Louison Bobet, Coppi, Trueba, Galera o Alberto Contador.

El Tour de Francia de este año ha comenzado en plena campiña inglesa, con su salida en Leeds y su llegada a Londres antes de partir al país que le da el nombre. Como novedades, Chris Froome ha tenido que abandonar y aún es pronto para saber qué pasará. Lo que es seguro es que el final de esta gloriosa vuelta ciclista terminará, como es habitual, en París tras completar un total de 3.664 km, algo menos que en otras citas.

miércoles, 9 de julio de 2014

LA SANTA INQUISICIÓN



La Iglesia inventa la Inquisición para salvar almas humanas, sin embargo, acaba produciendo un sufrimiento humano inenarrable. La palabra inquisición conlleva imágenes de tortura y crueldad. Esta práctica se utilizaba exclusivamente para sonsacar informaciones. Entre sus víctimas se incluyen a Juana de Arco y Galileo pero no tenemos constancia de qué sucedió y por qué. Básicamente, todo lo que se ha afirmado sobre la Inquisición es erróneo por completo. Lo es, porque nunca hubo acceso a la realidad que escondía.

En el año 1998, Juan Pablo II, convoca un tribunal especial de historiadores y académicos para celebrar un simposio de lo que él mismo denominó “una fase tormentosa en la historia de la Iglesia”. Para ayudar a este tribunal en sus investigaciones, el Papa anuncia la apertura pública de los archivos secretos de la Inquisición, que habían estado fuera del alcance de los académicos durante casi 200 años. ¿Debería la Iglesia católica pedir disculpas? El tema es muy controvertido, incluso entre historiadores.

Nunca existió una única Inquisición, sino instituciones diferentes en países como España, Portugal e Italia. Lo que tenían en común era el miedo a la herejía religiosa. Los herejes eran todas aquellas personas que desafiaban el dogma de la Iglesia. En el siglo XII, la herejía se convierte en un peligro mortal para la sociedad y para el hombre en una traición a Dios. Los acusados serían condenados a muerte y sus vienes quedarían confiscados. A pesar de estas amenazas existían grupos que interpretaban a Dios de forma diferente, como los valdenses y los cátaros.

En el siglo XIII, la Europa occidental era un foco amenazante de herejía. Una conspiración cátara asesina a un representante papal, enrabietado, el Papa Inocencio III ordena realizar una dura cruzada contra los herejes, la Cruzada Albigense. Posteriormente, tras nuevas formas de herejía, Inocencio III congrega a los líderes religiosos en Roma y promulga unas nuevas normas para la persecución de clérigos descarriados y herejes, una innovación de la que no se necesitaba más que una sospecha para asesinar. Así nace la Santa Inquisición.

Gregorio IX, crea un grupo específico para llevar a cabo este tribunal, los inquisidores. Así comienza la verdadera Inquisición medieval. Por desgracia, los inquisidores eran fanáticos que no cumplían con las normas. Uno de ellos se inventó que en Alemania existía una secta secreta llamada Luciferinos, con el objetivo de asesinar. El modus operandi de éste inquisidor era reclutar a tropas para cazar a cualquier sospechoso de herejía. Sin ningún tipo de prueba los enviaba directamente a la hoguera, todo ello para impresionar al Papa.


Con todo ello, el Papa Gregorio IX confía en los frailes dominicanos la labor de inquisidores y los reparte por toda Europa. Establecían edictos de gracia para que cualquier persona confesara ser hereje, cuando este periodo terminaba, se procedía a lo más sanguinario, los edictos de fe. Cualquier persona podía culpar a alguien de herejía sin ninguna prueba y acto seguido, si esa acusación provenía de más personas, el acusado era quemado vivo. La mayoría de estas personas no sabían de su acusación hasta el propio día de su muerte, para evitar que éstos huyeran.

¿Cómo los inquisidores realizaban su trabajo en secreto? Existen documentos en los que se ofrecen informaciones aproximadas de ese periodo. Uno de ellos es Conducta de interrogación relacionada con la depravación hereje, escrito por Bernard Guie en el siglo XIV, del cuál se inspiró la novela En el nombre de la rosa en el que expone de primera mano cuál era su función y cómo procedía. Posteriormente, otro documento llamado Directorium Inquisitorum describía cómo debían actuar los inquisidores del siglo XIV Y XV.

A modo de resumen, una vez condenada una persona era muy difícil que saliera libre del interrogatorio. Realizaban una serie de trucos psicológicos hasta que el acusado por agotamiento confesara algo que no había hecho. Por ejemplo, los inquisidores se sentaban con una pequeña vitela en las rodillas y la miraban y comprobaban mientras el acusado daba su testimonio, después hacían como que no era posible que fuera verdad. La cuestión es que hacían todo lo posible por llegar a su verdad y si era necesario pisotear todos los derechos de los acusados.

Pero sin lugar a dudas, el aspecto más espeluznante en el trabajo del inquisidor era la tortura. Anteriormente no se concebía, pero tras el asesinato de un inquisidor a manos de los cátaros, el Papa Inocencio IV abre la veda y deja que métodos de tortura entren en vigor contra los herejes, ya que éstos eran asesinos y ladrones de almas. Se aplicaba a todo aquel que no decía la verdad o que decía menos de lo que sabía. Los responsables no eran los inquisidores, sino profesionales en causar dolor. El método más común de tortura en la Edad Media y el Renacimiento era la estrepada.

¿Realmente estaba la herejía tan extendida o eran los inquisidores que utilizaban su poder y causaban el terror y obligaban a hacer confesiones falsas? El periodo de espera al día del juicio se trasladaba a azotamientos públicos y trabajos forzados, además llevaban distinciones para hacer pública su vergüenza. La persecución era tal que las personas fallecidas hacía años y que habían sido herejes eran exhumados y calcinados. La condena a la hoguera era la peor de las muertes ya que podían estar horas hasta que las llamas consumieran a los acusados.

El siglo XIV fue testigo del punto álgido de la campaña de la Inquisición. Gracias al inmenso poder de la Iglesia combatían con la misma dureza a miembros del mismo cargo religioso. Gran parte de los franciscanos decidieron desvincularse de todo aquel terror. El Papa Juan XXII les acusa de abandonar la doctrina de su fundador, San Francisco de Asís, y ordena a la Inquisición que acabara con sus vidas. En este periodo la mayoría de herejes fueron erradicados por completo y parecía que la Inquisición desaparecería, sin embargo, esto no sucedió.

La cacería y el castigo de brujas resucitan el proceso con una venganza. Se consideraba herejía puesto que se creía que para conseguir poderes, el hechicero debía renunciar a Dios y rendir un homenaje al Diablo para conseguir esos poderes. Francia estaba en bancarrota por diferentes conflictos armados, el rey Felipe el Hermoso tenía envidia de las riquezas de los caballeros de la Orden del Temple y les acusa falsamente de brujería. Se quemaron a miles de Templarios por toda Europa. Fue una verdadera manipulación cínica por parte del rey francés.


Un siglo después, Juana de Arco fue quemada viva por el miedo que la Iglesia tenía por su poder político. La Inquisición alegaba que su inspiración (voces) la recibía del Diablo y, por tanto, era brujería. En el siglo XV, se publica Malleus Malificaru, un documento que proporcionaba consejos legales y varias técnicas para acusar, torturar y sentenciar a las brujas. Se trata del documento más infame de la historia que muestra con más descaro la misoginia. “Cuando una mujer piensa por sí misma, sólo piensa cosas malas, como son malas sucumben a la brujería”, explicaba.

Este manual se convierte en un best-seller y se traduce a 4 idiomas. Estaba destinado en convertirse fuente de inspiración de los cazadores de brujas laicos, católicos y protestantes que aterrorizarían Europa y Norteamérica durante los siglos XVII Y XVIII. Hacia mitad del siglo XV, sin ninguna novedad por parte del Vaticano, la Santa Inquisición comienza a desvanecerse lentamente. Sin embargo en España, los Reyes Católicos, reanimaron el tribunal haciendo que su fuerza recayera en los propios españoles.

Los judíos europeos durante el periodo medieval estaban siempre en una situación precaria. Una serie de conflictos religiosos despertaron antiguos perjuicios hacia ellos, la quema de sinagogas y asesinatos se pusieron a la orden del día. La solución de las instituciones españolas fue expulsar a todos los judíos que no se convirtieran al cristianismo. Los conversos prosperaron e incluso algunos llegaron a ser obispos y ministros. Todo esto provoca un malestar generalizado por parte del resto de cristianos que no eran conversos.

Años más tarde, la Iglesia comienza a acusar a estos conversos de practicar ritos judíos a escondidas lo que, por investigaciones, en gran parte era verdad, pero ellos no sabían que eran costumbres religiosas. Por prácticas como encender velas los sábados podían ser acusados de herejía. Con la unión de los Reyes Católicos, el clero reclama una inquisición a causa de las acciones judaizantes ya que eran una amenaza para la Iglesia católica y para España. El rey Fernando de Aragón acepta la propuesta de los religiosos por intereses políticos y económicos.

El primer paso del rey español fue ponerse en contacto con el Papa preocupado por la situación de los judíos en España. Sixto IV emite una bula papal que instauraba la Inquisición para erradicar a los herejes conversos. Este nuevo tribunal fue completamente diferente a todos los tribunales anteriores. Sería el propio rey quien controlara todos los aspectos de la institución llamada La Suprema. Lo cual significa que el propio Estado era el que comenzaba a tener el poder sobre la Inquisición. El primer auto de fe tuvo lugar en Sevilla, más de diez judíos fueron asesinados.

En los autos de fe se realizaba una ceremonia previa a la hoguera, donde a los acusados se les rapaba la cabeza y a los hombres se les afeitaba la barba. En España, la barba era una muestra de la virilidad del hombre, por lo que este hecho constituía una tremenda humillación. El principal objetivo de la ceremonia era maltratar y vejar a los acusados y asustar a la población al mostrar cuáles eran las consecuencias de la herejía. Durante todo este periodo más de 1.500 judíos fueron juzgados y un centenar condenados a muerte.

A diferencia de los herejes medievales que predicaban sus ideas religiosas en público, los judíos lo hacían en privado. Cualquier persona podía acusar a alguien por haber visto leer un libro que podría ser hebreo o haber escuchado a alguien susurrar una plegaria judía. Por tanto, todo el mundo acusaba a todo el mundo lo que provoca numerosas acusaciones y la Inquisición no da abasto. Muchos podían ser liberados si confesaban y daban nombres de sus compañeros herejes, muchas veces estos nombres eran inventados y confundían a los tribunales.


Tomás de Torquemada, el primer presidente inquisidor español redacta una serie de documentos que hoy en día aún se conservan, donde explica con el más minucioso detalle lo que debían o no debían hacer el resto de inquisidores. Por ello, a Torquemada se le considera el creador de la Inquisición española. En el siglo XV preside el periodo más sanguinario en España. Los historiadores saben muy poco acerca de este clérigo, pero se le acusaba de teólogo fanático, antisemita y extremadamente hostil hacia los conversos.

Se calcula que en los veinte años de mandato por parte de Torquemada se asesinaron a más de 2.000 personas y otros tantos fueron tremendamente castigados. En este periodo, la Inquisición se encuentra en su momento álgido y se gana a pulso su temible reputación. Tanto la Iglesia como las autoridades civiles seguían con la misma lógica aplastante, todos los conversos que rehuían de la Santa Inquisición eran, por defecto, culpables. Tras meses de terror, el acusado podía no saber los crímenes de los que se les acusaba.

A finales del siglo XV, algunos judíos conversos decidieron tomarse la justicia por su mano. Un inquisidor fue asesinado en su propia iglesia por parte de los conversos. Por el contrario, este hecho hizo que se les perdiera la poca simpatía que tenían los judíos. ¿Realmente practicaban los conversos el judaísmo en secreto o fueron cabezas de turco de la intolerancia? Sólo existen los documentos pertenecientes al Santo Oficio, por lo que podemos pensar que es verdad o que fue una falsa con el objetivo de erradicar a los judíos.

A petición de Torquemada, el rey Fernando de Aragón emite una nueva amenaza y ofrece la expulsión o el bautismo. Más de 40.000 judíos se exiliaron y el resto se convirtieron. Utilizaron la misma astucia de años anteriores. Los conversos no tendrían ninguna opción de sobrevivir. “No lloréis a vuestra partida, pues vosotros tenéis que beber vuestra propia muerte de un sorbo, mientras que nosotros tenemos que quedar atrás entre esta gente malvada recibiendo la muerte de ellos cada día” decía Juan de León, judío español converso.

A comienzos del siglo XVI, la orden de expulsión se amplía para incluir a todos los musulmanes no convertidos de España. Con estas expulsiones y bautismos forzados, surge un nuevo grupo, los moriscos. Por tanto, con los musulmanes se hace lo mismo que con los judíos. Las persecuciones de moriscos se triplicaron durante todo el siglo, sin embargo, éstos no pudieron o no quisieron adaptarse. Finalmente, a comienzos del siglo XVII, los inquisidores creyeron que era imposible convertir a los musulmanes y los expulsaron a todos.


Según los historiadores, la Inquisición española no utilizó aquello que la hizo famosa, la tortura. Esta práctica se utilizaba exclusivamente para sonsacar información y una vez obtenida, cesaba. No querían la tortura de ancianos, niños o enfermos. El problema no fue el número de torturas ejercidas, sino la brutalidad con que torturaban a los acusados. Fueran hombres o mujeres los prisioneros, se les desnudaban por completo. Así muchos inquisidores sentían sadismo y satisfacción sexual, ya que muchos no practicaban el celibato.

La garrucha, versión mejorada de la estrepada medieval se convierte en el método de tortura más común. El potro, probablemente el instrumento más famoso de todos, también era muy efectivo aunque tenía algunos inconvenientes. Una de las normas de la Inquisición era que no se podía derramar sangre y el potro casi siempre lo provocaba. La toca o tortura con agua se convierte en la tortura más popular. Consistía en introducir una pieza de ropa por la boca hasta la garganta y posteriormente introducir agua, lo que provocaba violentos espasmos.

“El buen juez debe hacer caso omiso de los gritos, lloros, suspiros, temblores o del dolor de los acusados y toda tortura debe realizarse con total cuidado para que el torturado no se vuelva loco ni sufra heridas” decía Jame Murander, testigo ocular de las torturas. Los inquisidores debían seguir los procedimientos tal cual se expresaban en los textos, con un rigor similar a los policías de hoy en día. Consiguieron realizar muchos cambios. El atuendo identificador de acusación medieval, por ejemplo se transformó en una túnica llamada sambenito.

Uno de los castigos más espeluznantes era ser condenados a las galeras españolas. Se cree que este castigo fue invención del mismísimo rey Fernando. No tenía nada que ver con la religión, pero se percataron de que los acusados eran castigados con penas inútiles, por lo que les utilizaban como remeros esclavos en los barcos. Después de la muerte ser enviado a galeras era la condena más temida de la Inquisición. Muchos de los acusados preferían ser quemados vivos, al menos decían, que era una muerte más rápida.

Con la expulsión de los judíos y los musulmanes, miles de estos exiliados se trasladaron a Portugal ya que aquí no tenían una Inquisición propia. El rey portugués Juan III, insistió en la creación del Santo Oficio luso. El rey convence al Papa y se consigue instaurar el tribunal. Con su creación, se persigue y se acusa a más de 2.000 herejes en los 34 autos de fe realizados. Los exiliados ya no estaban seguros en Portugal, por lo que regresaron a España donde consideraban que la Inquisición era un mal menos comparado con el país vecino.

Con la conquista de las américas y sobre todo, el Imperio Azteca en el siglo XVI, los españoles y portugueses conversos no tardaron en cruzar el Atlántico. Sin embargo, ambas inquisiciones los siguieron de cerca y no tardaron en perseguirlos en la recién fundada ciudad de México. No tardaron el celebrar un auto de fe, donde murieron en la hoguera dos conversos. Además, las instituciones religiosas luchaban contra las creencias paganas de los indios en un proceso largo y duro que se denomina la cristianización.

Posteriormente, la Inquisición pronto se enfrentaría al enemigo más peligroso de todos los tiempos, el protestantismo. Al mismo tiempo que las inquisiciones erradicaban a los judíos y musulmanes otra amenaza aparece en escena. En 1517, un sacerdote alemán llamado Martín Lutero deja su famoso tratado de 95 tesis a las puertas de la iglesia de Witenberg. Se trataba de un ataque acerbo a la Iglesia católica. “¿No es cierto que bajo el vasto cielo no existe algo más corrupto, más pestilente y más odioso que la Corte de Roma?” decía Lutero.

La carismática protesta del sacerdote alemán evoluciona hasta convertirse en una auténtica revolución religiosa. El movimiento de la Reforma sacude a toda Europa. A mitades del siglo XVI, las coronas de Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia, ya se habían acogido a la nueva religión llamada protestantismo. Como es lógico, el Papa estaba furioso. Era una peligrosa amenaza para Roma. Con sus puertos y ajetreada red europea de comercio era sólo cuestión de tiempo que las ideas protestantes empezaran a viajar a la España católica.


El descubrimiento de dos organizaciones protestantes en Sevilla y Valladolid, causa una oleada de pánico entre la población católica. El rey Carlos V que se había dedicado a la lucha contra el protestantismo en Alemania, exigía una purga rápida y despiadada. Su aliado en Roma, el Papa Pablo IV, vuelca todo el poder de la Iglesia en el ataque contra esta nueva religión. Emite una bula papal sin precedentes en la que se mostraba la permisibilidad a la Inquisición española de ejecutar a los ofensores que cometían un crimen por primera vez, incluso a los que se arrepentían.

La fiebre del antiprotestantismo llega a todas las grandes ciudades de España. Fueron quemados en la hoguera clérigos, monjas, militares e incluso niños. En unos años, el protestantismo se había eliminado por completo. España se caracteriza por la ausencia de protestantes. El sangriento ataque hacia éstos en el siglo XVI hizo que los autos de fe se convirtieran en un mero espectáculo teatral. El inquisidor general, Fernando Valdés, se propuso deliberadamente en hacer del auto de fe un pasatiempo, como puede ser el fútbol hoy.

Mientras España pudo erradicar al protestantismo, no pudo hacer frente a otra invención alemana, la imprenta. A finales del siglo XVI, numerosos documentos de testimonios de víctimas protestantes avivaron el negocio de forma importante. Los líderes protestantes que querían poner al mundo en contra del catolicismo español explotaron estos documentos y los dieron a conocer. Describiendo el horror causado por el Santo Oficio español, las torturas ejercidas y las injusticias proclamadas, todo ello recogido en el libro Los Mártires de John Fox.

Posteriormente se crea la Inquisición romana, la cual se puso en contra de algunos de los mejores pensadores del Renacimiento. Estaban muy preocupados por el tema de las escrituras y parece que Galileo las cuestionaba basándose en opiniones muy controvertidas por aquel entonces. El ataque de la Inquisición romana contra el protestantismo supuso mucho más que arrestos y ejecuciones. A finales  del siglo XVI, el Vaticano publica un índice de libros prohibidos, donde citaban autores peligrosos que cuestionaban la fe de Dios.

Tras el asesinato de Jordano Bruno, gran intelectual de la época, Galileo Galilei, también desata la ira de la Inquisición. En el siglo XVII publica dos libros: mensajero Celestial y Manchas Solares en los que defendía la teoría de Copérnico sobre la Tierra. Numerosos inquisidores denunciaron ciertos pasajes de estos libros y Galileo fue acusado de herejía. El astrólogo ya con 68 años viaja a Roma para enfrentarse a la Inquisición. Galileo se retracta de forma forzosa y es absuelto. ¿Debería Galileo haberse negado a retractarse?

En 1992, el Papa Juan Pablo II, anuncia oficialmente que la Iglesia se había equivocado de acusar al padre de la ciencia moderna. Los siglos XVII y XVIII fueron un periodo de declive para todas las inquisiciones. En España, aparte de la necesidad de erradicar a los conversos acusados de practicar secretamente el judaísmo, la Inquisición se centro en otros aspectos como la homosexualidad, la bigamia y el adulterio, así como los crímenes del clero. Los autos de fe siguieron celebrándose de forma esporádica hasta el siglo XVIII.

El rey Felipe II, rechaza expresamente acudir al auto de fe celebrado el mismo día de su coronación. La Inquisición a partir de 1730 desaparece por completo. Inspirado por los ideales y las reformas de la Ilustración, Portugal también desmantela su Santo Oficio. Fue necesario que el ejército de Napoleón invadiera Italia y España para acabar definitivamente con la Santa Inquisición. Algunas de las primeras acciones del rey francés al entrar en Madrid fueron abolir la Inquisición, confiscar todas sus propiedades y llevarse todos los archivos que encontraron.


Finalmente, en el año 1820, la Inquisición española fue ilegalizada completamente. Al oír la noticia, grupos de ciudadanos asaltaron el palacio y quemaron todos los informes inquisitoriales. A pesar de la aplastante realidad, el papado se niega a admitir que el final de la Inquisición era inevitable. El tribunal romano sigue ejerciendo teóricamente, no en la práctica, durante los siguientes 150 años. En 1965, el Papa Pablo VI, reorganiza el Santo Oficio llamándole Congregación para la Doctrina de la Fe.

En la actualidad aún existe aunque interviene como consejera de asuntos eclesiásticos. No realiza investigaciones ni impone la doctrina de la Iglesia. Desde la caída definitiva de la Inquisición son incontables los mitos y testimonios exactos que han surgido sobre su objetivo y sus prácticas. Los descubrimientos realizados en documentos nunca vistos han ayudado a desbancar que el número de asesinatos fue tremendamente exagerado.

Torturó a gente, impuso terribles castigos, quemó a personas, había teólogos fanáticos en las inquisiciones, había antisemitas en las inquisiciones, todo ello es innegable. Hay un hecho que la historia no puede negar, a pesar de que la Inquisición se concibió por el bien de la humanidad acabó causando un dolor y un sufrimiento humano inenarrables. Las inquisiciones existieron casi seis siglos y lucharon por imponer sus ideas sobre las demás, esa necesidad sigue existiendo en la actualidad.

Sin duda uno de los mayores conflictos religiosos de la historia.

LOS 5 SENTIDOS DEL PERIODISTA



“Hace 50 años este oficio se veía muy diferente a como se percibe hoy. El periodismo era una profesión de alto respeto y dignidad, que jugaba un papel intelectual y político. Un periodista era una persona de importancia, admirada. Pero esto ha cambiado en los últimos 20 años”.

Así comienza Los cinco sentidos del periodista del magnífico escritor y periodista polaco, ganador del Premio Príncipe de Asturias, Ryszard Kapuscinski. Un libro de verdadero valor para cualquier periodista, un libro que ofrece consejos para el correcto uso del periodismo y una serie de apreciaciones sobre los grandes medios de comunicación, un libro que plasma una visión del mundo actual y de la globalización; en definitiva, un tesoro periodístico.

Realiza reflexiones muy profundas que son dignas de figurar en las bibliotecas de todo el mundo. Reflexiones que hacen pensar, que hacen preguntarse algún que otro porqué que nunca antes uno se podía preguntar. Reflexiones dedicadas para todas aquellas personas que nunca se han parado a ver el mundo tal y como es, todas aquellas personas que simplemente dan un repaso superficial a la realidad.

El polaco se dedica a desentrañar todo aquello que la realidad esconde, todo aquello que no se ve a simple vista, lo que el silencio clama, todo aquello que hay detrás de una simple apariencia, todo aquello que se tergiversa, las verdades a medias que nos ofrecen los medios de comunicación. Es decir, el mundo que no se percibe y que está oculto, que no se quiere que se perciba ni que esté a la vista de cualquiera.

Por algo se ha expresado en otras obras y en los medios de comunicación, que el escritor polaco es uno de los grandes maestros. Es un sabio que no se dedica exclusivamente a transmitir una pequeña parte de su ciencia completa, ni las enseñanzas literarias que pueda ofrecer, sino que se dedica a compartir muy generosamente toda su experiencia del mundo periodístico.

Un hecho muy importante que refleja la profesionalidad de Kapuscinski es que nunca impone su conocimiento sino que lo demuestra con su magnífica obra y las acciones que siempre ha mantenido. Siempre está dispuesto a encontrar la verdad de las cosas, aunque le cueste algo más que buscarlas y escribirlas.

Los cinco sentidos del periodista recoge unas conferencias del escritor en Cartagena y en México, unos apuntes concretos de los cursos dictados en la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y unas posibles respuestas a preguntas realizadas por los alumnos. Su estructura es muy simple, el libro se divide en una serie de apartados; el oficio, los medios, el nuevo periodismo, la globalización y, por último, las preguntas del taller.


Cada apartado se subdivide en otros apartados o secciones. Algunas de estas secciones son: los periodistas y los trabajadores de los medios, un mundo virtual, la formación del cazador furtivo, cuestión de tiempo, maneras de escribir, distintas clases de libros, los caminos de la intuición, mirar de cerca, un término manipulable, el estado en la mira, la privatización de la violencia, burocracias globales, después del 11 de septiembre, mentalidad de aldea…y muchas más.

Cada sección ocupa muy poco espacio, pero son muy contundentes, aportan mucho contenido. Kapuscinski toca muchos temas periodísticos y de actualidad. Es una lectura obligatoria para cualquier amante de esta profesión. No simplemente por su lectura amena e interesante, sino porque es un autentico manual de cómo ser periodista y qué funciones debería desempeñar éste.

Cabe señalar, que el autor plantea numerosas paradojas a destacar: presenta el periodismo como una profesión cada vez más importante, a pesar de sus críticas y el estado actual de dignificación que sufre: “ninguna sociedad moderna puede existir sin periodistas”. Sin embargo, siempre mantiene que no son los medios de comunicación los que puedan solucionar los problemas sociales a nivel mundial, como la pobreza o la violencia, como algunas personas utópicamente creen.

Kapuscinski añade que el periodismo tiene el poder suficiente para participar y obrar en la mentalidad y en la sensibilidad de la sociedad, así como en la política: “debemos estar en guardia ante los que tratan de crear un nuevo tipo de mito, según el cual el desarrollo de los medios de comunicación resolverá los problemas de la humanidad”. Pensar así, no resuelve los problemas, se hacen mayores.

Para determinados sabios de la historia como Aristóteles el mejor gobernante es aquel que consigue ser el amigo de sus súbditos y hacer todo lo posible por su bien, para el escritor polaco es esa amistad el centro de su vida. Kapuscinski siempre ha mantenido que “la condición fundamental de este oficio es el entendimiento con el otro” y que “el mejor camino para obtener información pasa por la amistad”.

En conclusión, el periodista ha de tener muchos amigos y estar bien rodeado de personas que influyan en algo. Esta profesión sin amigos no es viable, “durante mi experiencia profesional tuve muchos amigos que carecían de esta disposición de hacer amigos entre la gente, y tuvieron que dejar el periodismo porque no pudieron hacer mucho” manifiesta Kapuscinski en su libro.

Un buen periodista es capaz de ser competitivo, pero además, según el escritor polaco tiene que “ser capaz de tratar a los otros como sus amigos y no como sus enemigos, así puede desarrollarse y conocer el éxito”. Añade que los periodistas trabajan con las noticias y con las personas; “trabajamos con la materia más delicada de este mundo: la gente”. Además de esto advierte que “el criterio ético debe basarse en el respeto a la integridad y la imagen del otro”.


Kapuscinski, fue un hombre que se formó en el régimen comunista donde el periodismo estaba totalmente manipulado y se ejercía bajo la censura. A pesar de ello, en Los cinco sentidos del periodista, sostiene que ejercer el periodismo es una misión al servicio de la sociedad y que ha de girar siempre en torno a la verdad.

Hace memoria y recuerda la primera reunión de jefes de estado de África en el año 1963 como “el cierre de una época en la que el periodismo se vivía como una noble vocación a la que las personas se entregan plenamente y para toda la vida”, en aquella reunión se acabó el periodismo por tradición; es decir, mediante la pluma, sin cámaras.

La visión del escritor no es pesimista a pesar de sus declaraciones. Afirma que en la actualidad aún existen muy buenos medios de comunicación aunque algunos hayan optado por el entretenimiento. En estos tiempos, hace entender, que los periodistas han de ser liberales en cuanto a pensamiento. No tiene que poseer ninguna atadura de otras épocas y reconocer que hay que ofrecer lo que el público reclama.

Con el primer apartado del libro, el oficio periodístico, el autor expone las transformaciones que la tecnología y la visión de la información como negocio han ocasionado. Ya no importa si la noticia es verdadera. Si una noticia no es interesante y no se puede vender, entonces da lo mismo. Los medios actuales se han convertido en un perfecta herramienta para los políticos.

Los políticos usan a los medios con el objetivo de manipular la opinión pública. Son una especie de instrumentos de  poder que construyen su propio mundo virtual sin reflejar la realidad. Sólo se interesan por lo que el resto de medios dicen para no dejarse ganar por la competencia.

Kapuscinski reclama al buen periodista humildad, dedicación, esfuerzo, trabajo de calidad, estudio permanente, dedicación de tiempo, autocrítica y, sobre todo, pasión por lo que desarrolla. No defiende la objetividad ni el rigor, simplemente afirma que un buen periodista es aquel que se introduce en los hechos con su inteligencia y con su sensibilidad. Además, recuerda que ellos son miembros de la sociedad y han de protegerla con sus ideas y ejerciendo adecuadamente su profesión.

El penúltimo tema, la globalización, el autor que es un hombre de un largo recorrido internacional, por encima de muchos y, sobre todo, que ha estado en los países del tercer mundo viviendo con esa gente en las mismas condiciones de miseria, se muestra contra la rotunda afirmación de algunos, los que afirman que la globalización es la que acabará con la pobreza y el subdesarrollo. 

Por desgracia la pobreza se ha incrementado notablemente y cada vez vivimos en un mundo más globalizado, existe un nuevo colonialismo y los estados pobres y débiles se han multiplicado por diez. Reflexiona mucho sobre este tema y le da mucha importancia. Se olvida un poco del oficio periodístico para dar importancia a este gran problema internacional.

Analiza las teorías de Francis Fukuyana, la de Samuel Huntington y la de Joseph Nye, señalando sus miopías, sus defectos o su falta de novedad, para luego mostrar que a pesar de que todos vivimos en un mundo relativamente pequeño, donde el poder de cada persona, del pueblo es muy corto, de treinta años para acá nos toca pensar en todo aquello relacionado con lo global.

Como conclusión final, hay que destacar que aparte de lo interesante que son las observaciones y enseñanzas del autor, es muy interesante descubrirle a él directamente. En tan sólo 67 páginas hay muchos elementos que permitirían hacer una memoria, un libro biográfico sobre Kapuscinski. Se capta a un hombre corriente y a la vez excepcional.

A pesar de haber vivido en un régimen comunista de gran represión no guarda rencor, ni está condicionado por su vida pasada. Fue corresponsal en muchas guerras y por hacer su trabajo asumió muchos riesgos con gran valentía. Por las informaciones que he buscado sobre él, hay que señalar que fue un hombre de gran corazón que mantuvo su vida privada oculta y se centró en su profesión haciendo de ella un gran oficio.

En resumen, era disciplinado, dedicado, paciente, gran conocedor de la psicología humana, gran lector de todo tipo de lecturas, poeta y muy inteligente. Descubrió cómo poder trabajar complaciendo a la agencia de noticias de la cual era empleado y simultáneamente llenar a sus aspiraciones más hondas de escritor y poeta.

lunes, 30 de junio de 2014

LOS TRES JUEGOS OLÍMPICOS LONDINENSES


En 2012 Londres se convirtió en la primera ciudad mundial en albergar tres Juegos Olímpicos. Entre muchas otras anécdotas, en el resumen de las tres Olimpíadas que hago a continuación se pueden observar los tremendos cambios que a lo largo de la historia se han manifestado en el deporte, como por ejemplo, la participación femenina.

Londres 1908

Los IV Juegos Olímpicos celebrados en Londres supusieron un avance considerable de prestigio para el olimpismo moderno. En un principio fueron adjudicados a Roma, pero la capital italiana se echó atrás ante la previsión de los gastos que acarrearía el certamen. Londres presentó entonces su candidatura, que estuvo bien acogida por venir de la cuna del sport británico.

Se construyó un estadio olímpico con sus pistas reglamentarias, la natación se organizó de una manera más formal, se presentó el hockey, el fútbol, el remo y, de una manera fugaz, el rugby. Veinte deportes formaron parte del programa olímpico. Veintidós naciones y 2.059 deportistas (36 mujeres) participaron en unos Juegos Olímpicos que, por su tono y organización, se pueden calificar ya como los auténticamente modernos. Salió a flote una lógica rivalidad norteamericano-británica, como consecuencia del orgullo insular por demostrar la supremacía en algo tan ‘suyo’ como es el deporte.

El atletismo prosiguió su avance técnico y de nivel de marcas. Apareció el crawl en la natación, y apareció también por primera vez la frase que refleja el pensamiento predilecto de Coubertin: “Lo importante no es ganar, sino participar”.

La anécdota más pintoresca se produjo, como en Atenas, en la prueba del maratón. El italiano Dorando Pietri, que llegó el primero al estadio olímpico de Shepherd’s Bush, cayó agotado poco antes de alcanzar la meta; uno de los jueces le ayudó a levantarse y, por fin, tambaleándose, llegó al final. Sin embargo, fue descalificado por la ayuda obtenida y el segundo en llegar pasó a ser el vencedor.

Londres 1948

La segunda Guerra Mundial impidió la celebración de los Juegos correspondientes a las XII Y XIII Olimpíadas, y al terminar la contienda se decidió conceder a Londres la organización de la XIV. Después de París, Londres fue la segunda ciudad que se veía honrada por dos veces con la visita de la llama olímpica.

Aunque no acudieron Alemania ni Japón, países derrotados en la guerra, ni todavía la Unión Soviética, que no aparece hasta Helsinki, participaron un número récord de naciones y de atletas. Las mujeres eran ya en la capital británica 500. En una Inglaterra en pleno período de reconstrucción posbélica, en la que el ambiente no era muy propicio a fiestas de este tipo, los Juegos apenas gozaron de publicidad en el país, y su celebración tuvo poca repercusión popular. Pese a ello, se realizó un encomiable esfuerzo en cuanto a la preparación de instalaciones adecuadas, y los Juegos pudieron celebrarse en un ambiente austero pero digno; también la organización cumplió con éxito su cometido.

En Londres se revelaron nuevas estrellas del atletismo, como Zatopek, ganador de los 10.000 metros, y la holandesa Fanny Blankers-Koen, madre de familia y vencedora en 100 metros, 200, 80 vallas, y 4x100 relevos.

Hay que señalar un retroceso del atletismo finlandés, que se apuntó únicamente la victoria en jabalina. Las marcas no progresaron gran cosa respecto a las de Berlín de doce años antes, y en muchos casos fueron netamente inferiores.

Estados Unidos recuperó su supremacía natatoria, pero no logró ni un solo título en boxeo.

El torneo de fútbol tuvo gran calidad, dado que participaron selecciones de países que no reconocían el profesionalismo aunque de hecho éste existiera, como Suecia, Dinamarca o la antigua Yugoslavia, con jugadores que formaban en la selección de Suecia, con nombres tan famosos como Nordahl, Liedholm y Carlsson.

La Olimpíada blanca de turno tuvo lugar esta vez en Saint Moritz con la gran novedad de la inclusión, ¡por fin!, de las especialidades alpinas de esquí, que los nórdicos habían venido vetando hasta entonces.

Londres 2012

En la Olimpíada XXX, Londres se convirtió en la primera ciudad mundial en albergar tres Juegos Olímpicos. La Reina Isabel II fue la encargada de inaugurar la ceremonia de apertura que, en principio, vieron alrededor de cuatro billones de personas en todo el mundo.

Se celebraron 302 competiciones en 26 deportes oficiales del programa olímpico. Respecto a Pekín 2008, Londres 2012 contó con dos deportes menos: el béisbol y el softbol, que fueron eliminados durante la  Sesión del Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, hubo algunas novedades: por primera vez se llevó a cabo el boxeo en la rama femenina; además, en el ciclismo de pista el número de competencias para cada género era de cinco, a diferencia de Pekín en el que había cinco para hombres y tres para mujeres; y en el tenis se agregó la competencia de dobles mixtos.

En total, participaron 204 federaciones internacionales, exactamente el número que se pudo ver en Pekín 2008. El número de atletas en los Juegos ascendía a 10.523, de los cuales 5.864 eran hombres y 4.659 eran mujeres. Aquí por ejemplo se encuentra una de las grandes mejorías que el tiempo ha conseguido imponer.
Estados Unidos, China y Reino Unido fueron los países triunfadores con 104, 88 y 65 medallas totales respectivamente. Michael Phelps se convirtió en el atleta más condecorado con seis medallas, que sumadas con las anteriormente conseguidas es el atleta con más medallas de la historia de los JJ.OO.

Una de las curiosidades que supusieron también un gran avance social fue que Arabia Saudí, Catar y Brunéi incluyeron en su equipo atletas femeninas. Así, Londres 2012  se convirtió en la primera edición de los Juegos Olímpicos en la que participaron mujeres de todas las delegaciones.