Las
fosas comunes son sordomudas, qué pena, podrían contarnos su historia y el por
qué se crearon, pero es imposible. ¿Para qué remover los huesos y crear
polémica de donde no la hay? Todo el mundo sabe que los buenos son los malos y
los malos son los buenos, depende para quien.
¿Para qué debatir algo que nunca tendrá una respuesta científica?
Se
asesina en nombre de Dios, en nombre del oro negro y por vendetta. Nadie ni
nada podrá cambiar esto por mucho que haya gente que piense que sí. Sin
embargo, lo que hay que enterrar y no se hace es la memoria de las
consecuencias de las guerras. Si, las guerras duran más de cien años, pero en
esta sociedad tecnológica y avanzada, donde se supone que existen libertades y
derechos y que las personas piensan por sí mismas, no se consigue mantener alejadas las
represalias y menos si se remueven las mareas.
Somos
expertos en crear polémicas y enfrentamientos de donde no existe ningún tipo de
conflicto y no atender los problemas que nos engloban a todos y que están en el
presente para el futuro y no en el pasado. Parece que no tuviéramos suficientes
preocupaciones que todavía tenemos que abrir el cajón de mierda. No digo que
olvidemos el pasado, sino que nos preocupemos más por el futuro y dejemos en
paz a los muertos. Ellos descansan en paz.
Los
hijos y los nietos, los hermanos y los padres de las matanzas, creo que están
ya bastante cansados de tanto valle de los caídos, ¿por qué soñar con que
llegue el día de rescatar el honor de las calaveras contra el olvido en vez
honrarlas con la paz que ellos no gozaron?
Argumentan
que es memoria e historia que no debe pasar desapercibida, sin embargo yo veo
esto como una venganza y una especie de garrote hacia el impune, como dice el
de la chistera “aquí no hay más Quijote que Sancho Panza y quedan demasiadas
fosas comunes”.