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domingo, 22 de abril de 2012

UNA DE TANTAS I

El arzobispo de Valladolid ha cuestionado que Soraya Sáenz de Santamaría, por “su situación matrimonial”, no debería ser la pregonera de la Semana Santa pucelana. La vicepresidenta está recientemente casada por lo civil, lo que ha provocado el primer roce de la Iglesia con el nuevo Gobierno. A pesar del descontento del arzobispo Ricardo Blázquez, el día 23 de marzo asistirá ya que se trata de “un género literario, más que de una homilía o un sermón”.

La exministra de Defensa, Carmen Chacón ha criticado el ataque del arzobispo públicamente a través de la herramienta Twitter. “Ni comparto ni comprendo el ataque del arzobispo hacia la vicepresidenta” ha manifestado. Por otra parte, el polémico alcalde de Valladolid, Javier León (PP), le ha quitado peso al declarar que “lo que cuestiona el arzobispo es que no se le informe con anterioridad del nombramiento de la pregonera”.

Por una parte, en la provincia de Valladolid, desde hace 15 años según El País, la designación de la persona encargada de realizar el pregón de la Semana Santa corresponde exclusivamente al Ayuntamiento. Por otra parte, el Arzobispado ha declarado que los periodistas han malinterpretado la información de Blázquez, que las declaraciones eran un off the récord y que no cuestionan la “idoneidad” de Santamaría como pregonera.

La agencia Efe ha demostrado que antes de publicar la información se había pedido permiso y que el arzobispo cuestionó a la vicepresidenta pucelana de estar casada por lo civil, por lo que no existe un fallo periodístico. En mi opinión, el Arzobispado ha intentado corregir las declaraciones de Blázquez ya que no les conviene mantener roces con el Gobierno actual dada la ideología de ambos. El problema es que, una vez más, la culpa ha ido dirigida a los periodistas.

El Arzobispado se defiende afirmando que es una cuestión en la que forma parte ya  que el pregón se realizará en la Catedral y delante del arzobispo, pero creo que no es justificable que intervengan en estos asuntos, cuando es un tema en el que tan sólo el Ayuntamiento de Valladolid tiene potestad. La Iglesia debería apartarse de generar conflictos absurdos y dedicarse a realizar sus funciones, ya que el periodista debe informar de cualquier asunto, genere conflicto o no lo genere.