Páginas

miércoles, 12 de octubre de 2011

AÑOS DE LA PRIMAVERA ÁRABE



Han pasado más de dos años de las primeras revueltas en el mundo árabe, concretamente las de Túnez que tuvieron una gran repercusión a nivel mundial y que acabaron con la caída del dictador Ben Alí en enero del año pasado. Acontecimiento transcendental que causó un efecto dominó por todo el norte de África y Oriente Próximo, las zonas más conflictivas del mundo musulmán.

Pese a este largo tiempo de revueltas, aún perduran todos los conflictos ocasionados y no se ve claro que terminen próximamente. Todas estas revueltas han hecho resurgir antiguas rivalidades religiosas y la entrada de participación de fuerzas y partidos islamistas, lo que en ningún caso podemos dejar en el archivo. Parece que la estabilidad de estos países será un largo recorrido de unificación.

Los medios de comunicación, se dedican a enfocar la noticia de cada país sin, realmente, seguir un recorrido de principio a fin de cada revuelta, por lo que parece que cuando se “acaba” el conflicto, los periodistas no nos informan de más y los problemas caen en el olvido. Un fallo periodístico que probablemente sea causado por intereses económicos y políticos, pero que se debería corregir.

A pesar de que no nos llegan informaciones reales de lo que ocurre en ciertos países, donde la revuelta nos la venden como terminada, los pueblos árabes y sus ciudadanos indignados siguen luchando por acabar con regímenes dictatoriales que se han perpetuado en el tiempo y que han hecho que estos países estén atrasados y en la más estricta pobreza.

El proceso de transición genera muchas dudas y está aún repleto de incertidumbres, pero hoy en día los países de Egipto, Libia, Arabia Saudí, Libia, Omán o Siria (por citar los países más afectados por estos conflictos) poseen diferentes estados de la cuestión, obviamente según el tiempo de revuelta llevado a cabo, cada país está más avanzado que otro.

En el caso de Egipto, tras la dimisión de Hosni Mubarak en febrero del año pasado, el pueblo atravesó sus meses más delicados con 5 personas muertas y mil personas heridas de gravedad en las peores protestas desde el traspaso de poderes. Hoy en día poco a poco se está solucionando pero aún existen conflictos violentos, sobre todo, por parte de partidos islamistas, por lo que aún es pronto de establecer el cambio total.

En Libia, tras la detención del hijo y eventual sucesor de Muamar el Gadafi, Saif el Islam y tras el asesinato del propio dictador, este país parece haber puesto punto y final a su periodo de transición. Se celebrarán unas elecciones democráticas y poco a poco este país se estabilizará. La mayoría de políticos y dirigentes que están llevando a cabo el cambio son hombres formados académicamente en Estados Unidos.

En Arabia Saudí debemos destacar las convocatorias de manifestación a través de las redes sociales que llevaron a cabo un enorme despliegue policial. Y el papel fundamental que este país desempeña en el mundo árabe, ya que es uno de los más poderosos y donde la mayoría de partidos islamistas se concentra. Otras revueltas como la de Omán, aún están siendo llevadas a cabo y parece que la solución aún no llega.

Por último, destacar a Siria, donde se está viviendo una especie de guerra civil, entre los seguidores del ejército de Bachar el Asad y la oposición del dictador. Todas las propuestas alcanzan un número superior a 5000 muertes según la ONU y, también, han ocasionado la fragmentación de algunas ciudades en diferentes grupos religiosos. La primavera árabe no ha hecho más que empezar.